DE LO QUE UN INVIERNO DEJÓ Y SE CONVIRTIÓ EN UN VERANO
Comenzando el recorrido de mí caminar por la senda del redescubrirme, y ya cuando los mares se tornan calmados, pero con olas que azotan el muelle donde algún día ataron sus amarras algunos barcos que zarparon sin aviso, en ese muelle un tanto abandonado llega la brisa veraniega, cálida y renovada de tus ojos que florecen como primavera, poniendo orden en lo que antes fuese un espejismo de un AMOR ETERNO.
Carlos Velis.
La vida nos puede parecer compleja, en momentos y situaciones que nos empujan a un sinfín de decisiones que tomamos de manera apresurada o incluso las pensamos tanto, que sin darnos el chance de escuchar nuestro corazón, se vuelven un tropiezo, al final es solo el comienzo de un cambio que nos encamina al crecimiento, como persona, como ser HUMANO, y entre tanta turbulencia y agite que envuelve nuestro EGO, sin darnos cuenta estamos despertando y esa situación solo se vuelve un recuerdo de un pasado que te dice “Ya no estoy y ahora SOY”. Un año caminando para darme cuenta que ahora SOY y seré, volteando a un lado llegas y te das cuenta que eso que buscabas estaba siempre allí a tu lado podrías decir, pero en realidad está DENTRO DE TI, grabado al fuego nada lo puede borrar.
Somos lo que somos, con cosas que canalizar, pero nunca lo que otros pretenden que seas, ya vienes al mundo con tu MAPA y hasta que no despiertes de ese letardo y largo sueño inducido no podrás florecer como un lirio en el campo.
Carlos Velis.

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